Marc Bach | Consultoría de construcción Tarragona

CONSTRUCCIÓN LEAN

Este concepto comenzó a utilizarse en los años sesenta a raíz de unos trabajos de Warren Dennis del MIT y la aparición de las dinámicas grupales en las organizaciones. El psicólogo Carl Rogers dijo que “las dinámicas de grupo eran la innovación social más importante del Siglo XX”.

La DO desde sus orígenes se basa en un desarrollo del cambio, basado no sólo en la colaboración y las preguntas, sino también en el potencial humano. El objetivo era disminuir los efectos negativos de la burocracia instalada en las organizaciones en la primera mitad del Siglo XX. Y aún perdura en según que organismos. Fuente foto: Coaching Vitae

La Universidad de Case Western Reserve, hoy pionera en inteligencia emocional y otros campos humanos, fue la primera en desarrollar un programa de doctorado en comportamiento organizacional.

De todas formas no podemos olvidar los trabajos previos de Greenleaf (“The Servant Leadership”) y Carneggie, autor del famoso libro “Como ganar amigos”. Cómo anécdota citaré que este fue mi primera lectura sobre estos temas. Me lo regaló el director general de la empresa donde trabajaba, hoy en día consejero delegado de una constructora catalana.

Sin olvidarnos de la pirámide de Maslow (1943). En todas las escuelas de negocios la enseñan.  Interesante resumen de la influencia que ha tenido hasta la fecha.

En la segunda mitad del siglo XX, los jefes empezaron a darse cuenta que las expectativas de los empleados, sus sentimientos y necesidades tenían un impacto en su desempeño. En 1960, Douglas McGregor publicó «El lado humano de la empresa», el cual contrastó estilos de management tradicionales con el estilo centrado en las personas inspirado por Maslow. Fue un éxito de ventas.

En 1983, Howard Gardner publicó las inteligencias múltiples. Hoy en día en las escuelas  exitosas de educación infantil, siguen el planteamiento de Gardner. Y mi pregunta es: ¿Y por qué no se enseñan a adultos?  (De hecho, si buscas encuentras).

El cerebro está demostrado que es maleable y siempre podemos aprender. Convendría preguntarnos más a menudo cuál es nuestra definición de valor.

En 1995 se publicó el libro “Inteligencia Emocional” de Daniel Goleman. Aunque hoy en día aún se discute si existe tal inteligencia. En lo que sí se ponen de acuerdo es en la existencia de competencias emocionales y estas se pueden aprender.

La DO clásica e inicial se basó en la resolución de problemas, en el análisis y diagnóstico (como la medicina). A finales del 87, David Cooperrider y Suresh Srivastva presentaron un artículo donde se definía la Indagación Apreciativa. Un nuevo enfoque en la gestión del cambio más basado en las fortalezas y no tanto en las deficiencias como hasta entonces.

En este cambio de planteamiento en la DO, también hay autores que inciden señalar los trabajos de Peter Drucker (“El ejecutivo eficaz”) y el discurso que pronunció Martin Seligman en 1999 en la Asociación de Psicología Americana, al introducir el concepto de “Psicología Positiva”.

Y como no, no podía faltar el coaching (iniciado con John Whitmore o Sócrates?) y también todo lo relacionado con la Programación Neurolingüística (PNL).

Sin olvidarnos de los trabajos y libros publicados por Stephen Covey y más recientemente del gurú americano Tony Robbins.

En cualquier gestión del cambio, sobretodo si se busca eficiencia y eficacia, es necesario añadir a la parte más técnica (Lean, Six Sigma, BIM, IT, Project Management…) cualquiera de estos enfoques. Aquel que nos síntamos más cómodos tanto para el cliente como para el consultor. Lo que importa no es tanto el método, sino las personas y su implicación. En todos los enfoques hay casos de éxito.

Actualmente Senge, Whitmore, Boyatzis, Goleman… están investigando la mal llamada Inteligencia Espiritual en las organizaciones. Libros sobre mindfulness,  “Focus” de Goleman y la “Teoría U” son ejemplos. Cada uno a su manera. Es lo que toca en el siglo de la conciencia  y siguiendo su evolución académica.

Además si vamos al origen de este movimiento nos encontraremos que se han basado en libros budistas y místicos cristianos. La MBSR (Mindfulness Based Stress Reduction) de Kabat-Zinn es una adaptación moderna de la meditación vipassana y el fundador de la indagación apreciativa se vio influenciado por los escritos de Albert Schweitzer. Covey es mormón. También son conocidos los estudios de Goleman con los budistas y los estudios de las ventajas de la meditación en nuestros cambios neuronales (estudiados con «Brain Scanning»).

Y es lógico:

“Todos los caminos llevan a Roma” o “Todos los ríos desembocan al mar”.

Nota: algunos de los conceptos de este post están sacados del libro “Indagación Apreciativa” de Miriam Subirana y David Cooperider.

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