Marc Bach | Consultoría de construcción Tarragona

CONSTRUCCIÓN LEAN

El post de hoy es una transcripción literal del libro de Marie Kondo “La magia del orden”. Lo he encontrado un símil perfecto entre crear valor y eliminar el despilfarro y saber en qué focalizarte.

“Un día, después de clase, abrí la puerta de mi habitación para limpiar como solía hacer. Al  ver ese espacio tan desorganizado me di por vencida. Grité: “!Ya no quiero limpiar nunca más!. Me senté en el centro de mi habitación y empecé a pensar. Aunque había pasado tres años organizando y tirando cosas, mi habitación aún estaba desordenada.

– !Por favor, que alguien me diga por qué mi habitación no está ordenada a pesar de lo mucho que me he esforzado para que lo esté!

Aunque no dije esto en voz alta, mi corazón prácticamente lo gritaba. En aquel momento oí una voz.

– Mira más de cerca lo que hay ahí.

– ¿Qué quieres decir? Yo miro a diario lo que hay ahí, y tan de cerca que podría cavar un hoyo que lo atravesara.

Con ese pensamiento aún en mi cabeza, muy pronto me quedé dormida en el suelo. Si hubiera sido más lista me habría dado cuenta, antes de haberme vuelto tan neurótica, que concentrarme en tirar cosas solo puede traer infelicidad. ¿Por qué? 

Porque deberíamos escoger lo que queremos guardar, no lo que queremos tirar.

Cuando me desperté, supe de inmediato lo que la voz en mi cabeza me había querido decir. “Mira más de cerca lo que hay ahí”. Había estado tan concentrada en qué descartar, en eliminar los obstáculos indeseables que tenía a mi alrededor, que me había olvidado de valorar las cosas que amaba, los objetos que quería conservar. Por medio de esta experiencia llegué a la conclusión de que la mejor manera de elegir qué guardar y qué desechar es sostener cada objeto en la mano y preguntarte: “¿Esto me hace feliz?”. Si es así, consérvalo. Si no, deséchalo. Este criterio no solo es el más sencillo, sino también el más precioso para juzgar.”

Algo parecido promueve  la indagación apreciativa y la psicología positiva, primero centrarse en las fortalezas. Ver post.

Es decir siempre preguntarse primero si estamos generando valor a nuestro cliente externo e interno y luego reducir aquello que no aporta. Conocer el valor de tu cliente es el primer principio del “Lean Thinking” y se corresponde con la visión original de los fundadores de Toyota: “Que cada ciudadano japonés tuviera un coche”.

Si aumentamos valor a cliente final aumentaremos los ingresos y si reducimos el despilfarro reduciremos costes

Aunque la gran mayoría de mortales y empresas son conscientes de ello, no todos lo aplicamos con éxito. La cuestión es saber por qué.