Marc Bach | Consultoría de construcción Tarragona

CONSTRUCCIÓN LEAN

Primero ya tenemos el programa del LIPS 2015. Fantástico. Felicidades a los organizadores!!!

El post de hoy es para crear concienciación y dejar las cosas un poco más claras. Lo he comentado en los últimos años en dos ponencias, a los alumnos de la escuela de Caminos de Barcelona y en el último congreso de Lean  Management del Sur de España que se celebra cada año en Cádiz.

También he de ser sincero y he tenido una reunión esta semana y una conversación telefónica que me han ayudado a escribir este post.

En el mundo lean se pretende reducir las tres M (muda, muri y mura). Muda equivale a despilfarro (lo superfluo, innecesario…). Se podría definir como todo aquello que consume recursos y no aporta valor para el cliente o los procesos. O toda actividad que se considere inútil o innecesaria. Lo desarrolló el ingeniero japonés de Toyota Taiichi Ohno. Se le considera el padre del Just in Time.

Waste            Fuente: Blog Eduardo Cervera Perez

Un grave error es copiar y pegar. Estos despilfarros eran los que Ohno utilizaba como objetivo a reducir en su empresa, un fabricante de automóviles. Y muchos consultores lean intentan reducir estos 7 despilfarros en cualquier sector de actividad. Es una verdad a medias. De hecho una tarea de un buen consultor lean es detectar los despilfarros de su cliente para después reducirlos. Y eso vale para cualquier sector de actividad. Para ello es necesario observar y hacer preguntas a tu cliente para detectar la causa raíz.

En mi caso, en los últimos años que he hecho proyectos de consultoría lean en diferentes sectores industriales he visto que un despilfarro muy típico en España es no saber lo que te cuestan las cosas. La contabilidad analítica tradicional no es suficiente. Ohno no lo comentó porque ya habían hecho esta tarea previa en Toyota.

Ahora volvamos al sector de la construcción y seamos más prácticos: ¿Qué despilfarros principales hay en un proyecto?

En lean manufactoring el promotor y el constructor son el mismo: el fabricante de automóviles. Y el cliente es el usuario final.

En la construcción, sobretodo en la administración pública, el promotor es un gestor que entrega la obra a un tercero: una consejería o un ministerio o los ciudadanos. Pero no construye. Quien construye es un constructor. Y en España, el constructor normalmente no es el responsable del diseño.

Recientemente estuve con una importante consultora lean internacional y cuando le expliqué este procedimiento de contratación se puso las manos a la cabeza. ¿Cómo puede ser que quien construya no participe en la redacción del proyecto de ejecución? Este es el primer gran DESPILFARRO. Esperemos que en la nueva ley de contratación con la administración pública incluyan esta tipología de contratos. Actualmente existe un borrador de la nueva ley.

Y ahora el otro tema. Los cierres mensuales. En mi etapa como constructor llegué a tener cada mes un seguimiento y control de varios ficheros económicos:

  1. Las certificaciones mensuales. (Facturación)
  2. La producción mensual: en algunos proyectos no coincide lo real ejecutado con lo facturado.
  3. Los costes mensuales
  4. Y además compararlo con la producción prevista, la certificación prevista y los costes previstos.
  5. Y también hay que añadir que la dirección de obra también realiza su control mensual de producción acorde al presupuesto. Y a veces la propiedad.

Estamos pues ante el segundo gran DESPILFARRO. Demasiadas hojas de control económico.

Estos dos despilfarros con contratos openbook y con la constructora participando en el diseño desaparecen. Uno de los principales impulsores en USA de esta tipología de contratos ha sido la asociación de arquitectos (AIA) y la asociación de constructoras al unísono.

Por tanto el BIM s0lo es una innovación tecnológica que favorece la gestión del proyecto al visualizarlo en 3D y como gestor de la información.  También es útil para su explotación posterior. Se han hecho IPD sin BIM, pero hoy en día ya no vale la pena no incorporarlo. Hay que aprovechar su potencial.

Por tanto es recomendable para un privado implementar los dos a la vez. Pero para una administración pública… ¿qué va primero el BIM o el IPD? ¿O también los dos?

Que cada uno se responda.

A un promotor privado venderle BIM y contratos colaborativos funciona. Probadlo. Y en España.

Las administraciones públicas españolas que ya están incorporando el BIM en sus licitaciones, debido a la idiosincrasia del sector en España (bajas temerarias, poca colaboración, poca contratación, etc…) es urgente cuanto antes que valoren la posibilidad de realizar un proyecto piloto con contratos colaborativos para comprobar sus beneficios y observar una mejor gestión de los recursos en toda la cadena de valor. Y los Colegios Profesionales, Gremios, Asociaciones y Universidades deberían apoyarlo. Para beneficio del sector y para su expansión internacional. Los procedimientos negociados o el diálogo competitivo pueden ser la solución para adaptarlo a la ley actual.

Un sistema económico alcanza su máxima eficiencia cuando cada uno de los elementos que lo integran buscan la máxima eficiencia, al tiempo que la del conjunto del sistema” J.F.Nash, Premio Nobel de Economía

2 comentarios

  1. Gracias David. Te contestaré en los países que conozco y que han liderado estos temas. A finales del siglo pasado sobretodo en Usa y Australia se empezó a utilizar los contratos construction management at risk (CM at risk). Aquí el constructor ya participa en la fase de diseño cuando el promotor lo decide. Estos contratos han evolucionado al IPD en Usa y el Alliance en Australia. En Uk el punto de partida del cambio en la construcción fue el T5 Agreement. Después ha venido el BIM. En cambio en los países nórdicos, a principios de siglo los gobiernos públicos ya promovían el BIM y actualmente en Finlandia se están ejecutando unos proyectos pilotos de licitaciones públicas con IPD desde el 2013. Pero los nórdicos ya tienen en su ADN la colaboración y la eficiencia.

    Otro tema que no deberíamos olvidar es el “Fast Tracking”. Gracias al BIM puedes empezar la obra antes que el proyecto ejecutivo esté finalizado con una disminución del riesgo. Actualmente se están realizando muchos proyectos de esta forma a nivel internacional. Aunque el concepto no es nuevo, con el BIM las probabilidades de éxito son mucho mayores.